martes, 25 de octubre de 2011

Lucía.


Cuando todo era negro, llegó la luz a mi vida. Paradójicamente con el nombre de la patrona de los ciegos, que no pueden admirar el sol que da nombre a este blog.

Hay otro tipo de ceguera, que no tiene que ver con el sentido de la visión. Muros de miedo y prejuicios que no dejan ver lo que realmente tenemos delante de las narices. Llega a ser necesario darse un cabezazo contra él, para poder verlo y derribarlo.

Espero que mi ceguera no me haya hecho perder el camino. Sigue alumbrándomelo.

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